Entrevista A Testigos Del Caso Evora

Entrevistados:
Profesor de trabajos manuales: José Brito (J. B.)
Doctor Gabriel David (G. D.)
Adjunto Antonio Caraca (A. C.)

CEAFI – ¿Usted, profesor, estuvo relacionado con la caída de filamentos, recogida de algunos avistamientos de objetos aéreos no identificados en Noviembre de 1959 en esta ciudad?

J. B. – Si. Fue en Noviembre del 59, nos encontrábamos aquí en Ia escuela, y los alumnos vinieron al gabinete del director para avisarle de que caían del cielo unos filamentos. Los muchachos salieron y todos corrimos afuera para ver lo que estaba sucediendo. Pero no ocurrió nada. Entonces vimos los filamentos que caían. Después el Dr Guedes do Amaral (A.) dijo que debía de ser algo que había pasado. dejando caer aquellas especies de telarañas. Los alumnos y el propio Dr Amaral recogieron algunas después de que éste último dijo que Iba a realizar algunos experimentos. Fue después del análisis cuando detectó un “bicharraco” que podia observarse entre dos láminas de cristal, y lo mantuvo en esas condiciones durante algún tiempo, observándolo diariamente. Después nos llamó la atención a mi y a otros diciendo; ¿observan que esto se dilata? Esto se mueve. Estaba situado entre dos cristales y se veía perfectamente. Se observaba que se desplazaba. Nosotros decíamos: Esto parece tener vida… El Dr. Amaral decia que debían ser de una colonia de animalitos que se separaron de un conjunto mayor.

Todo ello. en base al análisis de las muestras recogidas, en las micro-fotografías que se realizaron y en la observación del modelo que construyó. (fig. 2) Ese modelo en rotación tenía la forma de un disco volador, como se ve en las fotos obtenidas desde cierta altura.

CEAFI – ¿Recuerda cuánto tiempo duró la caída de los filamentos?

J. B. – duró más de dos horas

CEAFI – ¿Cuando cayeron los filamentos, se escuchó algún ruido?  ¿Qué tiempo hacia aquel día Sol, lluvia, Nubes?

J. B. – Buen tiempo, bastante limpio y el cielo claro.

CEAFI – Concretamente, ¿Cuántas caídas de filamentos se produjeron? Y ya que se habla de una segunda caída, ¿en que proporciones en relación con la primera?

J. B. – De hecho, se produjeron dos pero la segunda fue de menor importancia, por lo que se.

CEAFI – ¿La caída de los filamentos alcanzó otras zonas exteriores a la escuela?

J. B. – Si, el lugar principal fue aquí en la escuela, en el patio y la terraza, pero parece que llegó hasta la Iglesia de San Antonio. Era un área bastante grande. Los filamentos venian impulsados por el viento.

CEAFI – ¿No sabe si en las inmediaciones de Ia iglesia y del colegio Ia gente vio y recogió tales filamentos?

J. B. – No, no lo se.

Las declaraciones que transcribimos a continuación fueron realizadas por dos profesores presentes que contestan alternativamente a las mismas preguntas.

Dr. Gabriel David (G. D. )
Prof. José Brito (J. B.)

CEAFl – ¿Alguno de ustedes asistió al análisis de los filamentos caídos el 2 de noviembre de 1959, juntamente con el Dr. Amaral?

G. D. – Sí. El sacó fotografias microscópicas y yo le ayude, aunque no sea técnico en fotografía. Pero, como necesitaba una persona que le ayudara con paciencia y durante muchas horas de trabajo, yo me ofrecí. Iba a estudiar la técnica para fotografiar al micro-organismo, y, en ese sentido. fue ayudado por especialistas de la Facultad de Ciencias, en el laboratorio. Esto era así porque aquellas personas especialistas de la Facultad obtenían mejor las fotografías.

CEAFI – El Dr. Amaral indica en su informe que después de la caida de los filamentos observó objetos aéreos no identificados con un catalejo que poseía. ¿Alguno de ustedes acompañó tal observación?

G. D. – No, ninguno de nosotros lo observó. Sólo él dijo que los vio, puesto que poseía el aparato y paciencia para las observaciones.

CEAFI – Ustedes han hablado de desinterés. ¿acaso el Dr. A. se desinteresó por el asunto a causa de haber caído en ridículo entre algunos profesores que, digamos, eran mas escépticos o por faltas de estímulos?

G. D. – No. él es de aquellas personas que nunca se desaniman. Siempre afirmó “aquello”, dejó de hablar del tema cuando el Dr Serra le ordenó poner punto final porqué no estaba dispuesto a caer en el ridículo, puesto que en el Ministerio de Defensa el Dr. Amaral era ridiculizado. Cuando supo tal cosa, se dijo, “¡se acabó!” Y a partir del momento en que el profesor Serra le detuvo, el Dr Amaral dejó de hablar del asunto. Y aquellos informes que él remitió a las Academias de Ciencias de Estados Unidos. Francia e Inglaterra…

CEAFI – Pero no los llegó a enviar?

G. D. – Bueno, yo sé que aqui en la escuela fueron traducidos por un profesor de idiomas para enviarlos, y posiblemente en el momento en que el profesor Serra le indicó que dejase el asunto, él debió cortarlo… El profesor Serra no debe haber autorizado la utilización de su nombre, porque no pensaba que las distintas Academias de Ciencias acreditasen el asunto, allí dónde el profesor Serra tenía proyección a nivel mundial. Cualquier Academia de Ciencias, que conoce a personas de renombre mundial como el caso del profesor Serra, sólo el hecho de proceder de él la informaclén, lo tomarían de otra manera; pero a partir del momento que prohibió la publicación de su nombre, tal vez por temor al ridículo, nada podía hacerse. Posiblemente, aquello fue lo que produjo que el Dr. Amaral guardase silencio. Del mismo modo sucedió con todos nosotros.

CEAFI – Nuestra intención es recoger la mayor cantidad de declaraciones, puesto que las opiniones pueden diverger. No obstante. creemos en la honestidad de las personas intervinientes. Sobre la veracidad del hecho. ¿cuál es concretamente su opinión?

G. D. – Pues. ocurre lo mismo cuando una persona ve cualquier cosa. Cada uno después lo cuenta a su manera, cuanto más cuando hay hechos que no se presenciaron directamente. Existen una serie de errores sobre lo que se ha contado, o querido decir, y más de cosas que se afirman sin haberlas visto. (Nota del CEAFI. Esta postura adoptada por el Dr. G. D. viene producida por el hecho de que él no observó ningún objeto. Y aún afirma que ninguno lo vio de los que estaban junto a él, después de la caída de los filamentos.)

Ahora que, en cuanto a la observación, claro que él tenía más posibilidades de observarlo, porque poseía un instrumento adecuado y, además, pudieron ser cosas observadas en fracciones de segundo. El pudo ver cosas que nosotros no vimos.

J. B. – Bueno, bueno, el hecho es que los filamentos aparecieron y el “Bicharraco” fue detectado. Que estaba allí, que se desplazaba entre las dos láminas de cristal. eso es cierto porque yo lo observé. Ahora, en cuanto a la observación del ovni, no vi nada. Pero el hecho es que los filamentos cayeron en esta zona y que toda la gente los vio, eso es verdad.

CEAFI – ¿Cuál era su opinión en aquel momento?

G. D. – Bueno, ya sabe que la preparación con la obtención del ser llevo bastantes días, y sólo se obtuvo después de mucho tiempo.  Por tanto, en aquel momento no existía ninguna opinión formada. Habia personas que decían que vieron los objetos, otras decían que no. El Dr Amaral con el telescopio dijo que Ios vio. Otros también dijeron haberlos visto, posiblemente para agradarle. Recuerdo que pasó un avión a reacción. Después se veían caer aquellas cosas, pero si tenía relación uno con lo otro, eso no Io sé.

CEAFI – Si vio algún avión, ¿recuerda cuánto tiempo antes de la caída de los filamentos? ¿Una hora, dos horas?…

G. D. – Si, tal vez.

J. B. – Yo no vi nada, ni antes ni después de la caída de los filamentos.

CEAFl – También tenemos información de una segunda caída de filamentos. ¿Lo recuerda?

J. B. – Sí, hubo una en la que los filamentos parecían telas de araña. Fue una cosa mínima, cerca de la iglesia de San Antonio. También llamó a varios profesores que la vieron. Ahora bien, en la primera observación cayeron unas cosas como en copos.

G. D. – En otra ocasión los alumnos resolvieron burlarse del Dr. Amaral y le lanzaron un globo. Después le llamaron para que lo viera. Al principio se lo creía, pero después comprobó que se trataba de una broma.

Nota del CEAFI – EI Dr. G. D. dice que el Dr. Amaral se convenció de que el globo era un disco volante. Pero a continuación, el señor Caraca y el maestro Brito dicen que el Dr. descubrió luego que era una broma.

Parece existir una pequeña divergencia entre el Dr. G. D. y el señor Caraca, así como con el maestro Brito. El primero parece bastante escéptico, y llega a afirmar cosas que Ios otros no recuerdan. Ejemplo: El caso del avión a reacción y el de Ia broma de los alumnos.

CEAFI – ¿Cuáles eran Ias dimensiones del organismo?

G. D. – Bueno el ser, en relación a los filamentos no era nada…

CEAFI – ¿Pero Ias dimensiones del ser eran de unos 4,5 mm.?

J. B. – No, era más pequeño. Todo él medía menos de 1 mm.

CEAFI – ¿Pero el cuerpo total era de 4.5 mm.?

J. B. – Si, con los tentáculos, tal vez. En cuanto a la caída, ésta no se produjo en toda la ciudad. Fue más concentrada aquí, en los alrededores de la Escuela y hasta la iglesia de San Antonio, por Io cual poca gente la observó. Sólo alumnos y profesores y, eventualmente, algunas personas más.

Al ver la fotografía del microorganismo en “insólito”, que le mostré, el profesor Brito comento:

J. B. – Esta de aquí está bien. Ahora me acuerdo de esta sección en el cuerpo central cuando comenzó a generar una “burbuja de aire”. Estas partes comenzaron a moverse asi… Fue cuando… el Dr Amaral dijo que el bicho tenía una fuerza que hasta levantaba las láminas de los vidrios.

CEAFI – ¿Cuál fue el resultado de esta experiencia? ¿Teorizaron sobre alguna posibilidad de propulsión?

J. B. – Si, él decía que una colonia de “Bicharracos” en rotación sobre si misma daría la Impresión de que se trataba de un disco volador. Era una idea de él. Y este (bicharraco) era solamente un elemento de aquel gran cuerpo. Claro está que, si lo lanzásemos, parecería el mismo un disco volante. Sacó varias fotografías de la experiencia que todavía pueden contemplarse.

Nota del CEAFI: Comentario efectuado después de observar Ia fotografía de los filamentos caídos en Francia. Después le mostramos la foto de los filamentos caídos en Fátima en 1957 y dijo que eran idénticos. Solamente tenían los de Evora un color más ceniciento.

CEAFI – ¿Esos filamentos se parecían al algodón en rama o a copos de nieve… digamos a grosso modo?

J. B. – Exacto. Habia copos y otros más pequeños, además de existir hilos dispersos.

CEAFI – ¿AI contacto con los dedos los filamentos se evaporaban?

J. B. – Si, iban desapareciendo. Había algunos que resistían más.

Entrevista con el señor Antonio Caraca (A. C.), jefe del personal auxiliar de la escuela técnica de Evora.

CEAFI – ¿Se acuerda de Ia caida de los filamentos en 1959 sobre la otra escuela, donde trabajaba en aquella época? ¿Le Importa describir lo que vio?

A. C. – Bueno, yo observé aquello que se parecían a unas telas de araña y que no estaban juntas. Caían en grupos.

CEAFI – ¿Ayudó al Dr. Amaral en los análisis del microorganismo que se encontró en los filamentos?

A. C. – Si, yo le ayudaba siempre.

CEAFI – ¿Cuál es su opinión al respecto?

A. C. – Bien, en un cierto lugar existía una cosa diminuta, parecida a una cabeza de alfiler, entre aquellos hilos. El Dr Amaral me explicaba lo que era, pero yo no lo entendía, porque no estaba consciente de lo que acababa de ocurrir.

CEAFI – ¿En aquella época, se acuerda de que pasó algún avión u otro objeto aéreo?

A. C. – Eso no ocurrió en el mismo momento. Me parece que fue después.

CEAFI – ¿Antes o después de la caída de los filamentos, no observaron ese día OVNlS o aviones?

A. C. – No.

CEAFI – ¿Tiene alguna opinión respecto a lo que pudo recoger?

A. C. – Después de ver yo aquello por los aparatos de él, me gustó observarlo porque me daba la impresión de que aquello se movía…

CEAFI – ¿Se acuerda de una segunda caída de filamentos, creo que en 1960 o 1961?

A. C. – Fue en 1961.

CEAFI – ¿Sabe si el Dr Amaral lo analizo?

A. C. – No, no lo sé.

CEAFl – ¿Cuál es su opinión en relación al Dr. Amaral? ¿Era un hombre honesto y se interesaba por aquello?

A. C. – Era serio, y poseía competencia y bagaje cultural para estudiar ese tipo de hechos. Cuando observaba cualquier alteración en los astros (el cielo, las estrellas) él mismo situaba sus aparatos y se dedicaba a estudiarlo. Aquel hombre tenía una pequeña fortuna solamente en aparatos.

CEAFI – ¿Se acuerda del comandante Conceicao e Silva? El también Intervino en los análisis y estudio del “organismo”?

A. C. – Si, si. Me parece que el Dr A, primero le contactó en Lisboa. Después el Dr Amaral me dijo que en breve íbamos a tener una visita sobre ese asunto.

CEAFl – ¿El Dr. Amaral qué dijo?

A. C. – En aquella época le gastaban bromas los alumnos. La mayoría de ellos le llamaban al gabinete para decirle que veían cosas en el cielo.

CEAFI – ¿Entonces le tomaban a chanza?

A. C. – Si, pero cuando comprobaba que los alumnos eran los responsables de las bromas, se enfadaba bastante.

CEAFI – ¿Un tiempo después se produjo otra caida de filamentos?

A. C. – Si, de hecho hubo una lluvia de esa materia poco después. Era una especie de neblina.

CEAFI – ¿Cuál era la sensación que tenía cuando tocaba con los dedos aquella materia?

A. C. – Era una casa fina, tan sensible que la gente casi no la percibía.

CEAFI – ¿Esta se disipaba, quiero decir, se descomponia cuando la tocaban?

A. C. – Si, a trozos.

CEAFI – ¿Entonces no se recogía completa?

A. C. – No, no. Era como una tela de araña, se deshacía cuando se tocaba con los dedos.

CEAFl – Teniendo en cuenta que aquella materia parecía muy delicada y que tardó bastante tiempo en caer, ¿cree que podia haberse desprendido de un avión?

A. C. – No, creo que no, yo no vi ninguno. En mi opinión, aquello debía de ser natural…

Fuente
Revista Vimana (del Centro Investigador de Objetos Volantes Extraterrestres CIOVE) Número 7, año 1980.

Descargar – Aenforum

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